Los 10 venenos más letales. Parte 2

Número 7: El azogue

Hace ya algunos años, Farrokh Bulsara sentía tal fascinación por este elemento que se cambió su nombre artístico a Freddie Mercury.

El símbolo químico del mercurio o azogue (Hg) viene de su antiguo nombre alquimista “hidrargirio”, el cual a su vez proviene del griego hydrargyros (hydros = agua y argyros = plata). El mercurio es un metal pesado, que a temperatura ambiente es líquido, lo que le da ese aspecto tan especialmente curioso.
Cuando se calienta por encima de 40º produce vapores tóxicos y corrosivos. El mercurio es peligroso por contacto, por ingestión, por inhalación de los vapores… Vamos, que es un combo.

Es un metal noble (esto quiere decir que es más estable que oxidado, al contrario de lo que pasa con el hierro por ejemplo) y su densidad es altísima. Un litro de mercurio pesa ni más ni menos que 13’53 Kg, trece veces y media más que el agua. Una columna de 76 cm ejerce una presión de una atmósfera, mientras que con agua se necesita una columna de 10 metros.

Tal es su densidad, que puede soportar una bola de billar

El primer emperador chino lo usaba como medicina. Pobre de él… Se creía que el mercurio tenía propiedades mágicas, al ser una sustancia metálica pero líquida. Nada más lejos de la realidad, para desgracia del pobre emperador chino.

Actualmente se usa para la fabricación de enchufes, rectificadores eléctricos, interruptores, lámparas fluorescentes y como catalizador. Antiguamente se usaba también para la fabricación de espejos y en instrumentos termómetros (aunque cada vez es más frecuente el uso del galinstano) y tensiómetros.

Además, a pesar de su toxicidad, se usa en medicina en forma de compuestos organometálicos como el oxiquinolinsulfonato de mercurio (mercoquinol) y el parafenolsulfonato de mercurio (hidrargirol) como antiséptico.

Para los amantes de Alicia en el país de las maravillas, habéis de saber que el sombrerero loco no estaba loco por cualquier cosa. El autor (Lewis Carroll) se inspiró en los fabricantes de sombreros de la época, que trabajaban en espacios cerrados procesando el fieltro de los sombreros con mercurio, lo que hacía que inhalaran los vapores del mercurio y enfermaran de lo que se conoce como hidrargirismo. Los síntomas de esta enfermedad podían ser tomados como locura, y es por eso que en aquella época se daban tantos casos de sombrereros locos.

También se dan casos de intoxicación por ingesta. En los pescados altos en la cadena alimentaria (como el tiburón, pez espada, caballa o  atún blanco entre otros) el contenido de mercurio es más elevado que en otros pescados, ya que este metal pesado se acumula. En la ciudad japonesa de Minamata se dio un brote de envenenamientos por mercurio en el que murieron más de 40 personas, y cientos se vieron afectadas, además de los animales de la zona. Es por esto que al envenenamiento por mercurio se le llama ahora enfermedad de Minamata.

Número 6: Me deja sin aliento

Un viejo conocido nuestro, seguramente el veneno más conocido y más fácil de encontrar, es el 6º más mortal.

Como ya sabéis todos, el cianuro se une a la hemoglobina impidiendo que esta capte el oxígeno del aire, lo que hace que mueras por asfixia en pocos minutos y de forma horriblemente agónica.

Y para el que no lo supiera, aquí tiene más información, en mi anterior entrada Me Deja Sin Aliento.

Número 5: El pez globo

Numerosas muertes al año se dan en Japón por envenenamientos producidos por comer pez globo, o fugu mal cocinado.

El fugu, o pez globo, contiene cantidades letales de tetradotoxina (TTX), una neurotoxina aproximadamente 1200 veces más potente que el cianuro. Actúa bloqueando los canales de sodio de la membrana de las neuronas, impidiendo que estas puedan producir impulsos nerviosos que contraigan los músculos.

O sea, que te paraliza los músculos del cuerpo. Digamos que es lo contrario a la estricnina. Todos los músculos de tu cuerpo se van paralizando poco a poco sin que tú pierdas la consciencia, hasta que se paraliza el diafragma y acabas muriendo por asfixia.

Y todo esto a partir de los 10 primeros minutos desde la ingesta. Vamos, que una dosis de medio miligramo directa en sangre, es suficiente para provocar una muerte instantánea. Ahí es nada…

Y no, no tiene antídoto tampoco, ni se ve afectada por la cocción al cocinarlo.

El fugu es la única delicia prohibida al emperador de Japón por su propia seguridad. La tetradotoxina se acumula en las vísceras (especialmente el hígado) y en la piel. Es por esto que vender o servir el hígado del pez globo está prohibido, y desde que varios mendigos murieron por comer vísceras de fugu de la basura, a los restaurantes se les exige tirarlas en contenedores especiales que se tratan como residuos tóxicos y peligrosos.

Fugu Sashi o Sashimi

Seguro que muchos seguidores de Los Simpson como yo, recordáis el capítulo en el que Homer come pez globo y se intoxica, ¿verdad? El doctor le decía que una vez pasadas 24 horas si no se había muerto, ya no había peligro. Pues eso es así en la realidad. La mayoría (del 50 al 80%) de las víctimas mueren entre 4 y 24 horas después de la ingesta, y si supera las 24 horas se recupera completamente. Una de las víctimas más famosas fue el actor japonés Bandō Mitsugoro VIII, que pidió cuatro raciones de hígado de fugu en un restaurante, y el cocinero no pudo negarse ante la petición de un artista tan prestigioso. El actor murió poco después, y el cocinero perdió su licencia por ceporro.

En la universidad de Nagasaki han obtenido una variedad de torafugu (Pez Globo Tigre, la especie más tóxica y también la más deliciosa) no tóxica tan solo restringiendo su dieta, lo que hace suponer que es la ingesta de una serie de bacterias por parte del pez, lo que hace que sea tan venenoso. Vamos, que ya podéis comer fugu tranquilos que es poco probable que os envenenéis. Ojo, poco probable, que no imposible.

(Continuará...)

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